¿Qué es lo primero que
aparece en tu mente al escuchar la palabra cómic? Estoy seguro que en la
mayoría de los casos piensas en un superhéroe, sin embargo, no todo en esta
industria gira alrededor de los personajes con trajes y superpoderes.
Hay que definir nuestro
objeto de estudio: una historieta o cómic es una serie de dibujos que
constituye un relato (con texto o sin él), así como al libro o revista que la
contiene.
La definición de mayor popularidad entre los especialistas es la de
Scott McCloud: “los cómics son ilustraciones yuxtapuestas y otras imágenes en
secuencia deliberada con el propósito de transmitir información u obtener una
respuesta estética del lector”.
Las historietas pueden estar dibujadas o
impresas en papel, aunque con la revolución de Internet y las nuevas
tecnologías de la información y la comunicación, el formato digital (e-comic, web
cómics y similares) se abre camino rápidamente.
El origen del cómic está
vinculado a las características económicas, sociales y culturales de la sociedad
en la que se origina. El cómic es fruto de varios siglos de experimentación y
como forma de representación debe asociarse a la cultura de masas. El cómic es
un producto industrial, independientemente de su valoración estética ó
semiótica.
Desde esta perspectiva puede
considerarse como uno de los primeros antecedentes del cómic publicado en la
prensa, a una litografía satírica de Napoleón Bonaparte del caricaturista
inglés James J. Gillray, publicada hacia 1800.
Gombrich sostiene que
corresponde al humorista y dibujante ginebrino Rodolphe Töpffer el haber
inventado la historieta dibujada. Hacia 1865 el caricaturista alemán Wilhelm
Busch crea Max und Moritc, tal vez los dos primeros personajes de historieta,
dos niños que, con sus travesuras, ponen en jaque a la gente que los rodea.
La estética de la
ilustración, el humor político y el periodismo satírico son géneros a tener en
cuenta a la hora de considerar las influencias en el origen del cómic. Hacia
finales del siglo XIX en Europa como en Estados Unidos, los periódicos
recurrían a diferentes incentivos con el fin de atraer el mayor número de
lectores y, por consiguiente, controlar el mercado.
La modernización de los
sistemas de impresión de Estados Unidos va a permitir que a partir de 1893 en
los suplementos dominicales apareciera una página en color. En esta página del
"New York World" apareció en 1895 una viñeta del dibujante Richard F.
Outcault que va a sentar las bases de la historieta actual.
El personaje que crea es The
Yellow Kid, un chino vestido con un largo camisón amarillo, de los barrios
populares de Nueva York.
En The Yellow Kid se daban,
por primera vez, las tres condiciones que, según R. Gubern, permiten
identificar al cómic tal como lo concebimos hoy en día:
- Secuencia de imágenes consecutivas para articular un relato.
- La permanencia de, al menos, un personaje estable a lo largo de una serie.
- Integración del texto en la imagen.
El éxito comercial de las
primeras historietas fue un factor importante para que los periódicos
incluyeran tiras cómicas en sus páginas. Las perspectivas económicas que
vislumbraban alrededor del cómic fueron las determinantes para que, a comienzos
del siglo XX surgieran las grandes agencias que se encargarían de vender su
material dentro y fuera de Estados Unidos.
Actualmente, existe una gran
diversidad de editoriales que publican y comercializan sus cómics y personajes,
no obstante el mercado mundial sigue estando dividido entre dos casas grandes
empresas: DC Cómics y Marvel Cómics.
No te pierdas la segunda parte del post, ya que hablaremos de las dos empresas editoriales de cómics más importantes: DC y Marvel.
Mr.A